El ámbito educativo siempre se ve desafiado a responder a las demandas sociales: luego de lograr la cobertura casi total a nivel nacional, el desafío instalado ahora es lograr educación de calidad para todos. Desde esta mirada, el estudio presentado pretende develar la influencia en los resultados académicos que presentan l@s alumn@s, pero centrado en los aspectos que van más allá del trabajo en aula.
La ventaja de este es que " cada uno de los sistemas y subsistemas funcionan bajo sus propios códigos, pero no pueden sobrevivir sin un acoplamiento estructural con su entorno" Definiendo de esta manera que el aula no sólo está compuesta por docentes y enseñanza, sino también por alumnos y aprendizajes.
El primer sistema es el Alumno: considerado actor de su propio sistema: su acción es aprender, por lo tanto su función no es pasiva, sino responsable de recibir la información, retenerla e incorporarla. Transformando el aprendizaje en una acción consciente. En un óptimo desarrollo l@s alumn@s "aprenden que aprenden" y con ello se motivan a seguir haciéndolo, generando así, la condición de alumn@ considerado como un espacio de aprendizaje.
El segundo sistema es el aula: siendo su actor característico el docente: cuya acción es enseñar. Es necesario aclarar que el concepto involucrado, no se refiere a un espacio físico, sino "al espacio de aprendizaje creado por el docente a través de su acción de enseñar"; por lo tanto este sistema se define por la acción, no por un espacio concreto. Cobra importancia, entonces, tanto el curriculum explícito, como implícito y el modelo encarnado por l@s docentes.
El tercer sistema es la Escuela: si bien se considera la institución en su totalidad, "los actores que definen este sistema son principalmente los directivos, y su función es dirigir".
En el último nivel tenemos el Contexto: que no es otra cosa que es entorno del sistema escolar, que si bien es externo sigue siendo un espacio de aprendizaje para los estudiantes. Se define por los actores fuera de la escuela: las familias, las otras escuelas, las autoridades políticas o las empresas privadas.
La investigación presentada tiene como objetivo destacar la importancia de los aspectos ligados a la escuela que están fuera del aula, como lo son las prácticas de los directivos, los recursos con que se cuenta, su autonomía o la vulnerabilidad de los estudiantes. A partir de la pregunta de investigación, que está centrada en develar la manera en que influyen las acciones, características de la escuela y el contexto en el aprendizaje de los/as estudiantes. Asumiendo que el fin último del sistema educativo es el desarrollo de aprendizajes de los educandos.
Mediante un análisis cuantitativo de fuentes secundarias, se ha tomado una muestra de 2882 escuelas básicas vulnerables a lo largo del país, las cuales han postulado a la Subvención Escolar Preferencial (SEP) y han presentado diagnósticos sobre sus aspectos institucionales, y cuyos planes de mejoramiento fueron aprobados a Septiembre del 2009. Además son escuelas que presentan resultados SIMCE en las bases de datos públicas. Se realizó un análisis de regresiones lineales múltiples para tener una mirada comparativa de las variables que influyen en los resultados de aprendizaje.
El modelo final muestra dos aspectos relevantes: porcentaje de alumnos prioritarios presentes en las escuelas y las prácticas de los directivos en los resultados de aprendizaje de los alumnos, influencia que es mayor incluso al de las competencias con que cuentan los docentes. Lo más destacable de los resultados es la importancia que tienen las prácticas directivas y la poca importancia de los recursos con los que cuenta el establecimiento, ya que no tienen una influencia estadística significativa al considerarse junto con las prácticas directivas. Pareciera ser que lo importante no es tener recursos, sino de qué manera se gestionan éstos.
Le compete al ámbito de las prácticas directivas: gestionar el establecimiento, sus recursos, establecer líneas de trabajo, y por sobre todo: generar acciones enfocadas en el aprendizaje de los estudiantes, es por lo tanto un espacio de aprendizaje. También incluye gestionar el currículum, liderar a toda la comunidad educativa y mantener una buena convivencia escolar, todo esto a través de prácticas claras y sistemáticas. Todo ello, pareciera ser incluso más importante que las competencias de los docentes, si bien es aventurado afirmar esto con toda certeza, si no existe una evaluación de estas competencias; por ejemplo: mediante evaluaciones directas a éstos.
Además, como se afirma en el texto: "se debe tener claro que no implica que las prácticas directivas sean más importantes que las prácticas dentro del aula, pues lo que se mide aquí no es la calidad de las últimas, sino las competencias con las que cuentan los docentes".
Como conclusión: estos resultados arrojan luces sobre en qué deben enfocarse las nuevas políticas públicas; ya que al relevar información sobre los aspectos más influyentes en el éxito de las escuelas son estos los que deberían ser potenciados mediante los recursos otorgados. Una sugerencia importante es invertir en capacitación para ayudar a mejorar la gestión de la escuela por parte de los equipos directivos, que han demostrado ser relevantes en el aprendizaje de los alumnos.
COMENTARIO
Si bien, en este trabajo queda ampliamente demostrada la importancia del contexto: los aprendizajes obtenidos fuera del aula inciden en el rendimiento académico de l@s alumn@s; los resultados destacan, de forma inequívoca la importancia que tienen las prácticas directivas, incluso otorgando escaso valor a los recursos disponibles en las escuelas.
Asimismo, se destaca la importancia de liderar a la comunidad educativa, con todos sus componentes y en todos los aspectos. Se debe trabajar teniendo en cuenta el entorno: familias, contexto; mantener una sana convivencia escolar; gestionar eficazmente el curriculum y establecer una comunidad educativa cohesionada frente al aprendizaje de sus alum@s.
Encontramos relevante la mirada de entender una comunidad educativa como un sistema que debe actuar de forma coordinada y Co responsable para lograr estos objetivos. No es desdeñable entender la comunidad educativa como un conjunto de sistemas y subsistemas, con normativas propias, pero concatenadas para lograr el objetivo común: aprendizajes en sus alumn@s. Todo ello redunda en aprendizajes significativos en l@s alumn@s y en un trabajo profesional desafiante, para toda la comunidad educativa.
Alumnas: Karen Mancilla
Viviana Muñoz
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