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lunes, 18 de julio de 2011

Liderazgo para la inclusión escolar y la justicia social. Aportaciones de la Investigación (Murillo Javier, Krichesky Gabriela y otros)


En las últimas décadas, las escuelas han vivenciado, un incremento significativo a la diversidad, en la población escolar, manifestándose  y representando un reto importante para la educación actual, principalmente porque los docentes no están preparados para enfrentar está diversidad, ya sea por minoría cultural o lingüística, discapacidad física o intelectual, suelen tener mayores dificultades, no sólo a nivel académico, sino también en participación social, lo que conlleva que en algunos casos se agudice las diferencias y desigualdades educativa entre los estudiantes que manifiesten mayores retos de aprendizaje y el alumnado “privilegiado” que carece de tales dificultades.

Dentro de este aspecto, surge el enfoque de la educación educativo el que plante un sistema educativo, modificando el aspecto físico, curriculares, expectativas y estilos docentes y roles de los líderes, con el propósito de establecer una educación de calidad para todos.

El propósito de la educación Inclusiva, y en particular para la justicia social, se debe eliminar todo indicio de exclusión, ya sea por la pertenencia a determinada clase social, etnia, religión, género, orientación sexual, lengua materna, cultura de origen o la manifestación de ciertas habilidades. Es así, como dar respuesta al derecho humano de educación de calidad se hace cada día más complejo y a la vez más necesario, para éste es clave el rol de liderazgo.

Una educación inclusiva para la justicia social es por definición equitativa y de calidad, pues tiene el imperativo ético de garantizar el acceso, la plena participación y el aprendizaje de todos y cada uno de los estudiantes independiente de sus diferencias personales y procedencia.

Por lo general, la inclusión hace alusión o se conciba para niños (as) y adolescentes con Necesidades Educativas Especiales, como respuesta a exclusión y segregación en escuelas y programas especiales; pero el objetivo de la inclusión es asegurar la participación activa de todos los alumnos (as) en procesos sociales y culturales de la comunidad escolar.

La Educación Inclusiva y la Justicia Social se rige por valores y principios tales como[1]:

·         Integridad y honestidad
·         Justicia y equidad
·         La promoción del respeto por todos los individuos
·         El reconocimiento de que todos los estudiantes tienen derecho a una educación basada en la igualdad de oportunidades
·         Preocupación por el bienestar y el desarrollo integral de los profesores y los estudiantes
·         Todos los estudiantes pueden aprender.
·         La escuela debe responder a las necesidades particulares de cada estudiante
·         El punto de vida de los estudiantes es importante y tomado en cuenta
·         La diferencia es vista como una oportunidad para aprender y como una fuente de enriquecimiento
La atención a la diversidad se refiere a la actuación de docentes de forma individual en sus aulas y ocasionalmente con un impacto en la comunidad educativa. Una escuela inclusiva debe atender a[2]:

·         La inclusión sea el núcleo que centre la atención en todo el mundo
·         El discurso del profesor tenga en cuenta la diversidad y la pluralidad de la clase
·         El curriculum sea representativo en cuanto género, clase, capacidad, etc.
·         La rotación de papeles de acuerdo con el género se realice efectivamente durante la clase y en cualquier otra práctica escolar.
·         La familia y los diferentes antecedentes de los estudiantes sean un referente para el centro

Para llevar a cabo la Inclusión y la Justicia Social, se necesita que el líder cuente con determinadas características que potencien esta. Un líder la para la inclusión escolar ha de ser un liderazgo democrática y participativa, en el que ocupan un lugar importante las dinámicas de indagación abierta, comunicación, diálogo, colaboración, trabajo en grupo en un marco de respecto en el que necesariamente confluirán perspectivas no siempre consensuales, a veces conflictivas, sobre las que hay que optar desde una base moral[3]

Sin un equipo directivo que proclame y planifique la inclusión social, dentro de la bases de su proyecto, está se vuelve cada vez más compleja, tanto en la forma como en el fondo























[1] Pág. 172 Murillo y otros:” Liderazgo para la inclusión escolar y la justicia social. Aportaciones de la Investigación
[2] Pág. 173 Murillo y otros:” Liderazgo para la inclusión escolar y la justicia social. Aportaciones de la Investigación
[3] Pág. 176 Murillo y otros:” Liderazgo para la inclusión escolar y la justicia social. Aportaciones de la Investigación